La Motivación en el Aula

 LA MOTIVACIÓN EN EL AULA



Cuando un alumno quiere aprender algo, lo logra con mayor facilidad que cuando no quiere o permanece indiferente.

Cuando una persona desea aprender algo, las otras actividades no atraen sus esfuerzos.

El alumno pretende alcanzar con éxito sus estudios, ser valorado y obtener recompensas de ello; sin embargo, cuando no lo logra, y sufre alguna experiencia de vergüenza y humillación pueden surgir dos problemas emocionales afectivos:

  1. La indefensión es cuando los estudiantes atribuyen el éxito escolar a causas externas fuera de su control y a causas internas estables y no controlables. Por ejemplo: El maestro me regañó porque no me quiere.Yo no sirvo para las matemáticas.

  2. La desesperanza aprendida es cuando la conducta de los alumnos se orienta principalmente a evitar el fracaso escolar. Piensan que no importan lo que hagan ya que van a fracasar. Son derrotistas en potencia y tienen muy baja autoestima.

El papel del maestro en este sentido es fundamental, ya que podrá motivar a los alumnos a construir su aprendizaje. Sin embargo, se tiene que considerar que :

  1. La motivación no es permanente ni inmutable.

  2. La motivación debe darse antes, durante y al final de la construcción del aprendizaje.




Sugerencias para motivar a los alumnos antes, durante y después de las actividades o tareas:

1. Antes

  • Mantener una actitud positiva: ya que los alumnos la captarán inmediatamente cuando entren a clase.

  • Generar un ambiente agradable de trabajo. El clima debe ser cordial y de respeto. Se debe evitar situaciones donde se humille al alumno.

  • Detectar el conocimiento previo de los alumnos: organizar las actividades y detectar el nivel de dificultad que deberá tener.

  • Preparar los contenidos y actividades de cada sesión. Un maestro que llega a improvisar es detectado automáticamente por los alumnos, por lo cual pierde credibilidad y los desmotiva.

  • Mantener una mente abierta y flexible ante los conocimientos y cambios. Hay que considerar que existen diferentes perspectivas para abordar los conocimientos ya que no son acabados e inmutables.

  • Generar conflictos cognitivos dentro del aula. 

  • Plantear o suscitar problemas que deba resolver el alumno, que activen su curiosidad e interés.

  • Orientar la atención de los alumnos hacia la tarea. Tratar de que los alumnos tengan más interés por el proceso de aprender y no por las recompensas que puedan tener.

  • Cuidar los mensajes que se dan. Tratar de no desmotivar a los alumnos diciendo que algo es muy difícil y que no van a poder con ello. Al contrario, hay que alentarlos a que den su mayor esfuerzo y felicitarlos por ello. 

2. Durante
  • Utilizar ejemplos y un lenguaje familiar al alumno.

  • Variar los elementos de la tarea para mantener la atención.

  • Organizar actividades en grupos cooperativos. Pueden ser exposiciones, debates, representaciones, investigaciones, etc. Las actividades en grupos cooperativos permitirán a los alumnos tener diferentes puntos de vista sobre el mismo material.

  • Dar el máximo de opciones posibles de actuación para facilitar la percepción de la autonomía. El alumno, aún cuando sea parte de un grupo, es un ser autónomo, que merece ser tomado en cuenta como tal.

  • Mostrar las aplicaciones que pueden tener los conocimientos. Ejemplificar mediante situaciones diarias la relevancia de los contenidos. El maestro debe orientarlos para que lo apliquen en su realidad. Si es posible, guiarlos para que sean ellos quienes le encuentren sentido y digan para qué sirve.

  • Orientarlos para la búsqueda y comprobación de posibles medios para superar las dificultades.

3. Después
  • Diseñar las evaluaciones de forma tal que no sólo proporcionen información del nivel de conocimientos, sino que también permitan conocer las razones del fracaso, en caso de existir.

  • Evitar en lo posible dar sólo calificaciones. Se debe proporcionar a los alumnos información acerca de lo que necesita corregir y aprender.

  • Tratar de incrementar su confianza. Emitir mensajes positivos para que los alumnos se sigan esforzando, en la medida de sus posibilidades.

    • Dar la evaluación personal en forma confidencial. No decir las calificaciones delante de todos.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

DÍAZ Barriga Arceo, Frida y Hernández Rojas, Gerardo. Estrategias docentes para
un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. México, Ed. Mc.
Graw Hill, 1998.

GÓMEZ Ocaña, Concepción y Gargallo López; Bernardo. Construcción humana y
procesos de estructuración. Pr. Juan Escames Sánchez. Universidad de Valencia.

HERNÁNDEZ Santiago, René Gastón. El éxito en tus estudios. Orientación del
aprendizaje. 4ta., ed., 2da. Reimp. México, Ed. Trillas, 1991.

NOT, Luis. Las pedagodías del conocimiento. Tr. Sergio Rene Madero. México, Ed.
Fondo de Cultura Económico, 1983.


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